Micosis de los pies: causas, síntomas y tratamiento.

La micosis de los pies es una de las infecciones fúngicas de la piel más comunes. La piel entre los dedos y la parte inferior del pie a menudo se infecta. La causa de la enfermedad son los hongos del género Trichophyton y Candida. Al entrar en contacto con la epidermis, comienzan a multiplicarse activamente. El resultado de su actividad es descamación de la piel, grietas entre los dedos y dermatitis del pañal. En una etapa posterior, la enfermedad afecta las uñas, se vuelven opacas, se espesan, los bordes comienzan a desmoronarse y se notan rayas amarillas. La enfermedad puede extenderse a las manos y a grandes pliegues de piel del cuerpo.

enfermedad fúngica de los dedos de los pies

Rascarse la piel afectada o sufrir lesiones menores permite que los hongos penetren más profundamente en las capas de la dermis. Así, la infección se propaga a través del torrente sanguíneo por todo el cuerpo. En niños y personas mayores, el daño cutáneo por hongos se manifiesta de forma más aguda y es más difícil de tratar. Esto se debe a las características del sistema inmunológico relacionadas con la edad.

El estrés también es un desencadenante del desarrollo de micosis. La infección por hongos es resistente a factores externos adversos y prefiere el calor y la humedad. Las duchas con flujo de agua interrumpido, las saunas, los zapatos viejos de casa, los zapatos alquilados (patines, patines, botas de esquí) y las alfombras de lana en los baños son los principales caldos de cultivo para los hongos. Penetran en la piel a través de arañazos y callos.

Las personas con sudoración excesiva en los pies corren riesgo porque con una exposición prolongada, el sudor corroe la piel y reduce sus propiedades protectoras. Las personas con una forma borrada de micosis con una ligera descamación de la piel y microfisuras indoloras, que solo un médico puede notar, representan un peligro especial para los demás.

La micosis crónica de la piel de los pies y las uñas es a menudo la causa de reacciones alérgicas autoinmunes, incluido el desarrollo de asma bronquial. Es importante tratar adecuadamente la micosis sin transformarla en una forma crónica estable.

Síntomas

Los síntomas de la micosis de los pies son muy diversos. Síntomas iniciales: aparecen grietas, ampollas dolorosas o que pican, dermatitis del pañal y piel áspera. Posteriormente, las zonas de la piel afectadas por el hongo se ablandan, se vuelven blancas y comienzan a desprenderse. Se puede sumar una infección bacteriana, luego las ampollas se transforman en úlceras o úlceras.

La picazón y el ardor son síntomas constantes de la micosis; algunos pacientes se quejan de dolor y olor desagradable.

Razones

La micosis de los pies es causada por varios tipos de hongos parásitos. Estos microorganismos están presentes en gran número en los suelos de piscinas y baños, así como en las duchas públicas. Una persona puede infectarse si camina descalza en esos lugares.

Usar los zapatos de otra persona, compartir toallas y otros productos de higiene personal es otra forma común de propagar infecciones.

La inmunidad contra las enfermedades fúngicas no se desarrolla, por lo que la reinfección ocurre tan fácilmente como la inicial.

El crecimiento del hongo es estimulado por una higiene inadecuada de los pies: ponerse calcetines y zapatos con los pies mojados, no lavar los calcetines a diario y de mala calidad, ventilación y secado insuficientes del calzado.

La aparición de micosis en las manos se debe principalmente a la acción de toxinas fúngicas que circulan por el torrente sanguíneo. Además, al peinar las plantas, los microorganismos permanecen debajo de las uñas, desde donde pueden transferirse a otras partes del cuerpo, incl. en el cuero cabelludo. Las personas susceptibles a las micosis siempre deben recordar esta vía de infección.

Factores de riesgo

A pesar de su rápida propagación, no todas las personas desarrollan micosis en los pies. Un cuerpo fuerte y sano puede hacer frente por sí solo a una infección por hongos. Sin embargo, a menudo sucede que el sistema inmunológico inhibe el desarrollo del hongo durante mucho tiempo, y luego ocurre estrés, ARVI o cualquier otra falla interna, y la infección por hongos comienza a progresar rápidamente.

Se ha observado que las personas enferman más rápido en las siguientes circunstancias:

  • sudoración profusa;
  • incumplimiento de las normas de higiene personal;
  • desequilibrios hormonales;
  • tomando ciertos medicamentos;
  • estrés frecuente;
  • Enfermedades dermatológicas crónicas.

La sudoración excesiva y el incumplimiento de las normas de higiene personal crean un ambiente ideal para el desarrollo de hongos. El sudor provoca la rápida proliferación de la microflora fúngica. Una higiene insuficiente de los pies, calcetines de tela sintética y zapatos demasiado estrechos y cerrados aceleran el desarrollo y la propagación de infecciones por hongos.

Los desequilibrios hormonales son comunes en los adolescentes, por lo que corren el riesgo de desarrollar micosis. La reestructuración del sistema hormonal reduce temporalmente la inmunidad y puede provocar sudoración profusa. Estos factores contribuyen al crecimiento y propagación de la microflora patógena.

Puede producirse una disminución de la inmunidad debido al uso prolongado de antibióticos y corticosteroides.

La tiña, el eccema, la psoriasis y la dermatitis atópica reducen la inmunidad celular y crean condiciones favorables para la aparición de una infección secundaria, en particular por hongos. La micosis es a menudo una complicación de enfermedades dermatológicas. Aumenta el riesgo de infección: zapatos demasiado estrechos; uñas encarnadas; abrasiones y heridas en los pies; diabetes mellitus; enfermedades vasculares.

Formas de la enfermedad.

Forma borrada. Etapa inicial de la enfermedad. Síntomas: ligera descamación de la piel entre los dedos, pequeñas grietas en la capa superior de la epidermis. El paciente no siente molestias y puede que no sospeche que tiene micosis.

Forma escamosa. La piel entre los dedos se desprende y se cubre de escamas planas, con un ligero picor.

Forma hiperqueratósica. Aparecen pápulas y placas planas de color rojo azulado. La localización principal de la lesión es el arco del pie. Las formaciones están cubiertas de escamas. Es posible la formación de burbujas individuales. La erupción puede fusionarse en grupos y formar lesiones grandes. Con el tiempo, todo el pie se ve afectado. Pueden aparecer formaciones hiperqueratósicas amarillas (callos) cubiertas de grietas. La piel está seca, con ligero dolor y picazón.

Forma intertriginosa. La inflamación es similar a la dermatitis del pañal normal. El mayor daño se observa en la piel entre los dedos. Aparece una hinchazón rojiza. Los síntomas existentes incluyen úlceras y enuresis. Si no se trata, aparecen erosiones y grietas profundas y dolorosas. Los pacientes notan dolor en el área afectada, picazón y ardor intenso.

Forma Dishidrótica. Muchas burbujas compactadas. La localización de las lesiones son los arcos de los pies. La erupción puede propagarse, por lo que es esencial un tratamiento oportuno. Si no se tratan, las ampollas se extienden por toda la superficie del pie, incluidos los dedos. Las ampollas pequeñas pueden fusionarse y convertirse en ampollas más grandes que pueden explotar. En su lugar quedan erosiones rojizas.

Forma aguda. Mayor sensibilidad a los patógenos fúngicos y rápida progresión de la enfermedad. Hay enrojecimiento e hinchazón intensos en la superficie de los pies y aparecen grandes vesículas y ampollas. Después de la apertura, en su lugar se desarrollan grandes erosiones; las llagas se extienden más allá de los pliegues entre los dedos. En algunos casos se observan debilidad, fiebre y dolores de cabeza.

Los síntomas pueden variar de persona a persona. Cuando aparezcan los primeros síntomas alarmantes conviene consultar a un dermatólogo.

Diagnóstico de micosis del pie.

El diagnóstico y tratamiento de la micosis debe realizarlo un dermatólogo o micólogo.

Los diagnósticos incluyen:

  • examen detallado del pie;
  • tomando anamnesis;
  • raspar las áreas afectadas de la piel o cortar un trozo de uña deformada;
  • una prueba para detectar infecciones por hongos en el cuerpo en su conjunto;
  • sembrar el material en un medio nutritivo (si es necesario);
  • biopsia de piel para análisis bajo un microscopio (en casos raros);
  • Análisis de sangre general y bioquímico.

Tratamiento

El tratamiento incorrecto o tardío puede provocar que la micosis se convierta en una forma avanzada. En este caso, la recuperación puede tardar hasta seis meses o más. Por lo tanto, debe buscar la ayuda de un médico ante los primeros síntomas. En primer lugar, es necesario determinar con precisión el patógeno; para ello, el médico raspa la piel afectada. Según los resultados, se selecciona el curso óptimo de terapia antimicótica. Los medicamentos antimicóticos modernos (cremas, geles, ungüentos, aerosoles) hacen frente eficazmente a la enfermedad. Tienen un amplio espectro de acción, se aplican 1-2 veces al día, no manchan la piel ni la ropa interior y no tienen un olor específico.

Medios externos

La selección de medicamentos depende del estadio de la micosis. Para las formas leves, sólo se prescriben agentes externos; para las formas graves, se requiere tratamiento sistémico. Los medicamentos más populares para uso externo son Terbinafina y Naftifina. Actúan sobre una serie de hongos patógenos que provocan micosis de los pies. No causar efectos secundarios. El bifonazol y el clotrimazol tienen una acción rápida contra hongos similares a las levaduras. Gracias a su consistencia oleosa suavizan eficazmente la piel y eliminan la sequedad, la descamación y el picor. Estos medicamentos aceleran el proceso de curación y restauración de la piel afectada. El bifonazol es un remedio complejo destinado a tratar los hongos en los pies y las placas ungueales. Elimina picor, descamación, sensación de ardor y olor desagradable. Además de los agentes antifúngicos, es importante tratar la piel periódicamente con antisépticos. Para esto es buena una solución de clorhexidina o miramistina. Cuando ocurre una infección secundaria y aparece supuración, se prescriben ungüentos antibacterianos.

Medicamentos en tabletas

Para el tratamiento de la micosis de los pies se utilizan los siguientes: itraconazol, fluconazol, nistatina. Para los hongos similares a las levaduras, se prescriben fluconazol y nistatina. Este último se considera un fármaco obsoleto y rara vez se prescribe. Los gránulos de clorhidrato de polihexametilenguanidina están especialmente diseñados para combatir las infecciones por hongos en los pies. El régimen y la duración del tratamiento los determina el médico tratante.

Recomendaciones

La micosis del pie es una infección por hongos y los hongos se reproducen sólo en un ambiente húmedo. Al eliminar la humedad, evitas que la infección se propague.

Trate de proteger a las personas que lo rodean de las infecciones. Explique que no puede caminar descalzo por el apartamento, especialmente en el baño. Cada vez que te duches, trata la bañera o plato de ducha, así como el suelo del baño, con un desinfectante.

Todos los días, antes de acostarse, lávese los pies con jabón común y agua tibia, asegurándose de que la piel no quede demasiado blanda. Seca bien tus pies con una toalla de papel o secador de pelo, prestando especial atención a la zona entre los dedos. No olvides aplicar crema o pomada antimicótica. Continúe el tratamiento recomendado por su médico, incluso si sus síntomas han desaparecido. Las cremas y ungüentos antimicóticos se aplican únicamente sobre la piel seca. Si sus pies son propensos a sudar, debe esperar hasta que se absorba el medicamento.

Use calcetines de algodón y lávelos todos los días. Al lavar, use una solución de cloro (no jabón) o hierva los calcetines durante 10 minutos. De esta forma eliminarás los hongos de tu ropa y evitarás reinfecciones. Los zapatos deben desinfectarse con aerosoles antimicóticos y secarse durante un par de días (preferiblemente al sol).

Prevención de hongos en los pies.

Después de estar al aire libre, lávese bien las manos con jabón. Después de estar en cualquiera de las zonas de riesgo, lavar bien los pies con jabón, secar con una toalla y tratar con cualquier solución antifúngica. Si en la familia hay una persona con micosis, debe tener toallas separadas para la cara, las manos y los pies. Después, la bañera debe tratarse minuciosamente con un limpiador de baño especial. Si tus pies sudan mucho, puedes aplicarles talco o desodorante antitranspirante. No use zapatos de otra persona, especialmente pantuflas ofrecidas por los invitados y, a su vez, no ofrezca sus zapatos a otras personas.

Trate de no dejar que le suden los pies. En una habitación donde permanezca más de una hora, intente cambiarse los zapatos por zapatos de repuesto. Cuando visite una sauna, ducha pública o piscina, use pantuflas de goma y no camine descalzo en las áreas públicas. Después de una ducha, nadar en un estanque o en una piscina, trate sus pies con una crema antimicótica. Use calcetines y medias limpias todos los días. No permita que otras personas utilicen sus esponjas, paños y accesorios de manicura y pedicura. Deben desinfectarse antes de su uso.

Limpiar la bañera con un producto de limpieza y utilizar un chorro de agua fuerte antes de usarla. Retire del baño los taburetes de madera, así como las alfombras de tela y esponja. Retienen la humedad y pueden dejar escamas de piel y trozos de uñas infectados con hongos. Utilice una parrilla especial (recubierta con esmalte o plástico especial) o una alfombra de goma.

La humedad en los pliegues entre los dedos suaviza la piel y facilita la entrada de infecciones por hongos. Seque los pliegues entre los dedos de los pies con una toalla para pies aparte o séquelos con un secador de pelo. Según las estadísticas, las micosis son más comunes en personas con pie plano. Por lo tanto, use zapatos cómodos y de alta calidad con tacones de no más de 4 cm con una plantilla ortopédica especial o una protuberancia suave que soporte el arco del pie.

No importa cuán completo y competente sea el cuidado de los pies en el hogar, es necesario realizar periódicamente cuidados podológicos de la piel de los pies y las placas ungueales (pedicura médica). Ayudará a mantener pies y uñas sanos, y el médico le dará recomendaciones individuales para el cuidado y la prevención en el hogar.